La educación dominicana debe estar encaminada a la transmisión de valores universales para la construcción de la democracia
La escuela en el sistema educativo dominicano es una fábrica reproductora de ideas y concepciones tradicionales que reciclan y perpetúan las discriminaciones, según consideró la feminista y abogada Susi Pola al participar en el Diálogo sobre Políticas Públicas.
De ahí la importancia de la educación formal como herramienta fundamental y determinante en la transmisión de valores universales para la construcción de una democracia que supere las diferencias étnicas, raciales, sexuales, de clases y generacionales. Una democracia que reconozca y respete las diferencias de culturas y entre las personas, apuntó.
Los juicios fueron emitidos por Susi Pola al participar como conferencista en el Diálogo sobre Políticas Públicas que organizan la Fundación Solidaridad, el Centro Integral para el Desarrollo Local y el Recinto Santiago de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, que en esta ocasión estuvo dedicado a debatir sobre Educción y Cultura Machista, necesidad de una sociedad fundamentada en el respeto y la tolerancia.
Expresó que la educación formal, como subsistema socio cultural es fundamental en la formación de las personas porque comprende todas las representaciones que tienen de si mismas y de toda la sociedad, gravitando en todas las maneras de relacionarnos, así como en la autoestima de cada una para hacerlo.
Nuestra cultura es estereotipante, fundamentada en mitos, androcéntrica, discriminadora y dominada por reglas que establecen los roles, únicos reconocidos taxativamente, “normalizados”, lo que determina la exclusión de una buena parte de la humanidad, por empezar, de las mujeres que somos la mitad, manifestó Susi Pola.
Establecido lo neutro, que en realidad es masculino, decimos que el sujeto universal es masculino -que también tiene reglas claras- imponiendo sus necesidades para todas las demás personas. Entonces, además de discriminar por género, también se hace por etnia, por raza, por clase social, por creencias y por preferencia u opción sexual.
Precisó la experta en temática de género, que al igual que las mujeres, alumnos y alumnas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, hijos de familias homoparentales o, sencillamente, todos aquellos que no responden a las expectativas de género patriarcales, padecen mucho en la escuela tradicional.
Destacó que todo ocurre, frente a una preocupante pasividad de profesores y profesoras y de orientadores y orientadoras, no sólo ante la sexualidad, sino ante los casos de acoso por motivo de orientación sexual o identidad de género.
Señaló que el país ha contraído compromisos internacionales en materia educativa en la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos, los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la Convención para la Eliminación de Todas Formas de Discriminación contra la Mujer -CEDAW- Artículo 101, y la Plataforma de la IV Conferencia de la Mujer.
También, el Estado dominicano, aprobó la Estrategia Nacional de Desarrollo (END 2010-2030) que establece la integración del enfoque de género como eje transversal en todas las políticas públicas en general, y en el caso de Educación, en su segundo eje refiere a la calidad del sistema educativo, que propicie el desarrollo humano y un ejercicio progresivo de la ciudadanía responsable en el marco de valores y principios éticos, sin embargo, la realidad es que los procesos de ejecución de los mandatos de la END evidencian contradicciones entre las referidas consideraciones y su concreción al hacerlo efectivo.
Indicó que en los niveles de educación Media y Universitaria las mujeres dominicanas han avanzado hacia la paridad en el ámbito educativo con relación a los hombres en todos los niveles educativos. Además, de acuerdo al Boletín Estadístico del MINERD, 2011-2012, las mujeres son más aplicadas con una tasa de repitencia de 3.4% y abandono escolar 4.2%, menos que los hombres que repiten en 4.6% y desertan de la escuela en 8.7%.
Sin embargo cuestionó que a pesar de las evidencias de avances de las mujeres en el sistema educativo, en términos de acceso a la educación, de una menor deserción y un mayor rendimiento escolar de las mujeres sobre los hombres, un análisis de equidad en el mercado laboral y en los espacios de decisión política evidencia que permanece la situación de desigualdad y discriminación de género a nivel socio-económico.
Es decir que, el nivel de escolaridad de las mujeres no es garantía de más alta y mejor participación laboral, ni en tipo de empleo, ni en ingresos, y tampoco en acceso a espacios de toma de decisión política, explicó.
Previo a la disertación de Susi Pola habló el Dr. Genaro Rodríguez, Director del Recinto Santiago de la UASD, quien tuvo las palabras de aperturas y en las cuales destacó la pertinencia del tema a ser abordado. En tanto que Juan Castillo, Director Ejecutivo de la Fundación Solidaridad, pronunció las palabras de cierre haciendo énfasis en la necesidad de que podamos tener una sociedad con igualdad y equidad de género.