Desafíos para una Gestión Municipal al servicio de la ciudadanía
Estamos ante el inicio de una gestión en los ayuntamientos, la mayoría de los cuales están encabezados por nuevos alcaldes y regidores, lo cual puede ser visto como una excelente oportunidad para pedirle a estos que desarrollen sus gestiones en base a planes y programas que sean formulados con la participación de la ciudadanía y que puedan servir de instrumentos para evaluar su gestión a lo largo de los próximos cuatro años.
Consideramos que las organizaciones de la sociedad civil y la ciudadanía en sentido general deben mantenerse activas para monitorear la gestión municipal y poder hacer una adecuada evaluación de su desempeño. En ese sentido, consideramos que se puede medir el desempeño de los ayuntamientos en función de las respuestas a las siguientes interrogantes:
Fortalecimiento institucional del ayuntamiento. ¿Cuáles iniciativas se impulsarán para que el ayuntamiento desarrolle capacidades que permitan prestar servicios de calidad a la población?
Planificación municipal. ¿De qué manera formularán o actualizarán un Plan Municipal de Desarrollo, de acuerdo con los mandatos de la ley?
Gestión de los servicios municipales básicos. ¿Cómo abordarán los problemas relacionados con los espacios públicos, tránsito y transporte urbano y manejo integral de los desechos sólidos, entre otros?
Transparencia y rendición de cuentas. ¿Cómo desarrollarán su gestión en lo relacionado con el manejo de los recursos; las compras y contrataciones, y de qué manera garantizarán que no se viole el derecho ciudadano de acceso a la información pública?
Políticas sociales municipales. ¿De qué manera abordará el ayuntamiento los temas de salud, educación, cultura, vivienda y deporte, superando las viejas prácticas asistencialistas que se limitan a las dádivas, recetas y ataúdes?
Carrera Administrativa Municipal. ¿Cuál es el compromiso con la profesionalización del personal municipal como una efectiva contribución a la mejora de la gestión local?
Políticas municipales para la equidad de género. ¿Cuáles medidas concretas se impulsarán para que la equidad de género se refleje en las políticas municipales?
Participación de la ciudadanía en la gestión municipal. ¿Cómo se garantizará el derecho constitucional a la participación y control social de la ciudadanía? ¿Cómo se involucrarán las personas y organizaciones en la definición, ejecución y evaluación de las políticas municipales, principalmente el presupuesto municipal?
Visión estratégica. ¿Cómo visualizan al municipio en el largo plazo y cómo éste se conecta con el entorno regional y nacional, enfrentando las amenazas y aprovechando las oportunidades? ¿Cómo conectarán la gestión con la Estrategia Nacional de Desarrollo?
Innovación y creatividad. ¿Cuál es la visión para romper la rutina que limita los ayuntamientos a un estilo de gestión que no llega ni a cumplir con los servicios mínimos que le establece la ley? ¿Cuáles son las propuestas de iniciativas novedosas y creativas que hagan del municipio un lugar agradable para vivir?
Ojalá las nuevas autoridades se animen a abordar estos temas, pues de esta manera se estaría contribuyendo a generar una cultura de gestión pública local basada en programas y propuestas que contribuyan a elevar la calidad de las políticas públicas en los municipios y que las mismas se hagan por, con y para la gente, siguiendo procedimientos democráticos y participativos.
Desde las organizaciones de la sociedad civil debemos continuar observando y evaluando los ayuntamientos, reconociendo que son la instancia de gobierno de mayor proximidad a la gente. En ese sentido, con espíritu constructivo, hay que señalar las debilidades en la gestión de los mismos, pero también reconocer las buenas prácticas que allí se desarrollen.
Los próximos cuatro años deben ser aprovechados como una gran oportunidad para despertar y contribuir a la construcción de una cultura de participación y de responsabilidad compartida, en contraposición a la cultura política centralista, vertical y autoritaria que es dominante en el país. En fin, el desafío es apostar por una nueva ciudadanía, activa, crítica y contestaría, pero al mismo tiempo propositiva.