Expertos afirman se requiere voluntad, compromiso y acción para resolver la problemática municipal de los Residuos Sólidos
Para mejorar la gestión de los residuos sólidos en Santiago se requiere de la unificación de esfuerzos y voluntades entre el gobierno local, el gobierno central y la sociedad civil organizada, según consideraron expertos en el tema al participar en el Diálogo sobre Políticas Públicas que organizan la Fundación Solidaridad, el Centro Integral para el Desarrollo Local y el Recinto Santiago de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Las consideraciones son del Ingeniero Eduardo Rodríguez y de la arquitecta María Isabel Serrano, expertos en gestión ambiental y cambio climático, quienes expusieron sobre “Medio Ambiente y Manejo de los Residuos Sólidos en Santiago y la Política Nacional de Residuos Sólidos Municipales” de la República Dominicana.
Rodríguez expuso que la recolección y destino final de los residuos sólidos es responsabilidad de los gobiernos locales, pero que la misma debe hacerse de manera que integre a todos los sectores, impulsando la separación desde el origen, valorizando los residuos y humanizando el trabajo de los buzos o recicladores.
La existencia de vertederos improvisados en la ciudad, la deficiencia en la recolección y disposición final, así como la carencia de personal debidamente capacitado para el manejo de los residuos son los principales problemas que padece la ciudad de Santiago en materia medioambiental, expresó Eduardo Rodríguez.
Indicó que la ciudad produce alrededor de 1,200 toneladas de residuos sólidos diariamente de los cuales sólo el 15% son valorizados, la mayoría de ellos en el propio vertedero, por los buzos que realizan labor de separación y comercialización.
Por su parte María Isabel Serrano indicó que si bien tenemos una abundante legislación en materia medio ambiental, no existe la suficiente voluntad política para cuidar y proteger el medio ambiente en la República Dominicana.
Manifestó que en el caso particular de Santiago más de 500 millones de pesos fueron invertidos por el gobierno local, la JICA y el empresariado en la construcción del Eco-parque Rafey.
Sin embargo, en la operación del eco-parque se han producidos retrocesos que se manifiestan en la salida de funcionamiento de la celda que operaba con el método Fukuoka y la improvisación de lugares de vertido que al no ser manejados adecuadamente provocan acumulación de gases e incendios frecuentes.
Abogó por la dignificación de la labor que realizan los hombres y mujeres que hacen trabajo de separación de los residuos sólidos en el Eco-parque Rafey, tras considerar que se requiere humanizar su trabajo e incorporarlo plenamente al reciclaje a través de políticas públicas municipales inclusivas.
Valoró como positiva la Política Nacional de Residuos Municipales que impulsa el Ministerio de Medio Ambiente, pero consideró que la misma debe estar acompañada de un régimen de consecuencias que sancione tanto a los ciudadanos y ciudadanas como a las autoridades que no cumplan con las funciones que les confieren las leyes en materia de medio ambiente.
“Más que políticas, leyes y normativas se requiere voluntad, compromiso y acción para resolver la problemática municipal de los Residuos Sólidos”, expresó María Isabel Serrano.
En la República Dominicana existen 348 vertederos a cielo abierto y se generan 10,659 toneladas diarias de residuos sólidos. En estos vertederos laboran más de 6 mil recicladores en forma inapropiada, según revela un estudio reciente realizado por el Ministerio de Medio Ambiente.
El Diálogo sobre Políticas Públicas se realiza cada mes como un espacio que tiene la finalidad de debatir ideas y aportar soluciones a temas de la ciudad y del país. Es organizado por la Fundación Solidaridad, el Centro Integral para el Desarrollo Local y el Recinto Santiago de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
En nombre de las instituciones organizadoras hablaron el Dr. Genaro Rodríguez, Director del Recinto Santiago de la UASD y Juan Castillo, Director Ejecutivo de la Fundación Solidaridad. Ambos valoraron la importancia del debate que tiene como escenario a la primera universidad del nuevo mundo.